jueves, 10 de mayo de 2018

ARRAZTOKO ZULOA






En esta ocasión nos desplazamos a la localidad guipuzcoana de Mendaro, con la gran ocasión de que Evaristo nos acompañe para enseñarnos esta cavidad. Nuestro anfitrión se ha criado en la zona y es un gran conocedor de todos los agujeros que hay en toda la misma,  explorándolos desde temprana edad.






 Momento mágico cuándo se re-encontró con Chucho compañero de aventuras tiempo atrás y que por circunstancias de la distancia, llevaban tiempo sin juntarse, por lo que cuando se han visto la amistad ha aflorado recodando anécdotas y momentos entrañables. Bonito episodio. Pero tenemos una sima por delante, por lo  que nos desplazamos hasta el caserío Lizarola para acceder al pozo de entrada, con sus 20 metros, y que nos deja en un pasamanos instalado en fijo que bordea la sima, que sigue bajando hasta quedarse sin continuidad.





Por lo que a mitad rodeamos y hacemos una pequeña escalada de unos 5 metros asegurándonos a otra cuerda fija. De aquí nos encontramos con una estrecha diaclasa desfondada de unos 6 metros para lo que ponemos otra cuerda, que nos hará sudar a la vuelta por su estrechez en la cabecera. Varios pozos casi seguidos nos dejan en la sala de la encrucijada o del cruce, donde la cueva se distribuye en diferentes ramales. Por el nutrido grupo que somos decidimos ir a lo más representativo de la sima (aunque algunos, para variar, ya habían salseado por otras galerías), la sala de los monolitos y sala ojival.







 Así que de la sala del cruce a mano izquierda vemos una grieta que nos hace escalar unos 6 metros, para lo que ponemos una cuerda para asegurar al resto. Salvado este punto avanzamos hasta quedarnos con las bocas abiertas con la sala de los monolitos que mucho nos recuerda al casco del guerrero de Mendukilo. Hacemos fotos, otros comen y otros suben por una cuerda que estaba instalada para ver un piso que fue un río fósil, y  que da al techo de la sala Ojibal, es aquí de donde sacaron un esqueleto perfecto de un gran murciélago.




Sin tiempo de mucho más bajamos hasta la cabecera de la sala Ojibal, y ya de regreso reparamos en unas excéntricas muy interesantes.
Se nos ha hecho tarde así que escalonadamente nos retiramos en busca del calor y de la luz natural. Gran sorpresa cuando nos estábamos cambiando,el baserritarra del caserío  Lizarola nos invitó  a una sidra espectacular, muy rica, con un punto de burbujeo. Creo que ninguno  habíamos probado una sidra así.
Gran día y magnífico anfitrión al que agradecer su atención y disponibilidad para enseñarnos esta cavidad.
Más info: http://espeleoizarraitz.blogspot.com.es/2018/01/la-sima-de-arrazto.html





Espeleólog@s Evaristo, Mayte, Rebeca, Chucho, Andoni, Patri, Josu, Bea,  Joseba, Ismael, Gorka, Roberto

No hay comentarios:

Publicar un comentario